miércoles, 18 de diciembre de 2013

DEPORTISTAS EN LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO

Como profesor he tenido y sigo teniendo la enorme satisfaccion de impartir clase a jovenes deportistas, bien totalmente amateurs bien semiprofesionales. Han sido y son de muy distintos deportes, de balonmano, ciclismo, taekondo, judo, piraguismo, montañismo, hipica, natacion, incluso golf, ademas del omnipresente futbol. Pero todos acaban coincidiendo en una cosa: acuden a mi despacho a buscar ayuda para poder conciliar su, digamos, vida deportiva con el seguimiento y estudio de mi asignatura. El porque lo hacen es muy facil de deducir: nuestra Universidad no tiene mecanismos que posibiliten el desarrollo de actividades deportivas regulares. Si, es cierto, a veces pueden conseguir el "enorme privilegio" de poder cambiar de grupo, casi nada diran algunos¡, de muy poco les sirve, pensamos otros!. No sere yo quien aqui y ahora defienda el modelo deportivo universitario USA, que permite contar con cientos, miles, de deportistas en sus equipos olimpicos. Donde se becan a los buenos deportistas, llegando a mimarles tanto que las clases se adaptan a sus programas de entrenamiento, o donde los nombres de los medallistas olimpicos se esculpen en la misma piedra que los nombres de los profesores con un premio nobel. Pero ni tanto ni tan poco. Entre el blanco y el negro hay 256 tonos de gris. Y a eso nos dedicamos algunos profesores, a encontrar algun tono de gris que ayude al alumno a conciliar deporte y asignatura. Y digo asignatura porque ni siquiera es la carrera ni el curso. Cada profesor hace lo que buenamente puede o, peor, quiere. Y entonces nuestro alumno deportista convive con mil y un arreglos parciales, que al final de poco o nada le sirven, haciendole sufrir el dificil dilema de dejar el deporte o sus estudios. Pero ¿porque?. Porque no disponemos de un programa coherente y adecuado para estos importantes alumnos. Si, he dicho importantes, y no porque sean lideres o protagonistas mediaticos. Son importantes para nuestra sociedad y Universidad por sus grandes valores humanos, esos que se cultivan año tras año, entrenando con sol y lluvia, por la mañana y por la noche, en lunes y en domingo, aprendiendo a ganar y tambien a perder, a ayudar a sus compañeros de equipo y a ser ayudados por ellos, a que les piten una falta justa o injusta pero que deben aceptar como norma, a subir a un podium debajo de su bandera o aplaudir al contrario que esta mas arriba en el mismo podium. En definitiva a saber del esfuerzo, del respeto, cooperacion, amistad, competitividad, compañerismo, convivencia, preocupacion por los demas, justicia, responsabilidad, autodisciplina, reconocimiento, espiritu de sacrificio, perseverancia, humildad, obediencia, sentimiento, diversion, autoconocimiento. Y cuantas cosas mas!. Un monton de valores fundamentales para el individuo en general y para el universitario en particular. Quizas alguien creo la palabra carrera universitaria pensando en todo esto, en la necesidad de enfrentarse al estudio y al conocimiento con los instrumentos y valores de un autentico deportista. Acaso debemos prescindir de estos valores en nuestros jovenes universitarios?, acaso podemos desechar la utilidad de los deportistas como lideres, prescriptores, comunicadores de tales valores en el colectivo universitario?. Es evidente que no. Pero entonces que hace la Universidad de Oviedo al respecto?, y no lo digo como entidad que promueva la practica deportiva de alumnos y profesores, actuando casi como un club deportivo. No, no me refiero a eso ni mucho menos, por importante que tambien lo es. Me refiero a que hace la Universidad para integrar a los deportistas como estudiantes, para que estos puedan aprovechar adecuadamente sus estudios, sin tener que renunciar a algunos examenes, sin tener que obtener notas mediocres, sin tener que alargar sus carreras durante años, o lo que es peor sin tener que renunciar definitivamente a su carrera. La sociedad los necesita, sus familias los necesitan, sus compañeros los necesitan, pues dejemos de improvisar como profesores y actuemos de verdad como Universidad.

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